miércoles, 20 de enero de 2010

Un barrio más de la ciudad

Por Pedro Lipcovich Página/12

La urbanización de la Villa 31 es un paso imprescindible para que la ciudad pueda verse a sí misma: esta fórmula es literal; el anteproyecto que la Legislatura porteña reconoció por ley incluye una avenida con miradores, desde donde se abrirá un panorama de Buenos Aires que hoy sólo puede lograrse si uno navega por el río... o si vive en la 31. Javier Fernández Castro, profesor en la Facultad de Arquitectura de la UBA, es el jefe del equipo que elaboró el Anteproyecto Urbano Barrio 31 Carlos Mugica. Una clave del modelo –ya aplicado con éxito en el programa “Favela-Barrio” de Brasil– es, en vez de destruir las construcciones que los habitantes han hecho con sus manos, preservarlas tanto como sea posible: dotarlas de los servicios de que carecen, y dotar al barrio –que así deja de ser “villa”– de lo que llaman “equipamiento social de jerarquía”: colegio, centro deportivo, “centro de producción de empleo y renta”. Esto respeta el arraigo de los habitantes y promueve que ellos mismos mejoren sus viviendas –las cuales van a pertenecerles legalmente–. Al mismo tiempo, este esquema minimiza la inversión requerida al Estado. Un aspecto central del proyecto –y testimonio de su sentido profundo– son las “piezas de articulación”, por las cuales el Barrio 31 debería pasar a ser uno más de los de la ciudad: entre estas piezas están el gran parque que lo bordeará por el lado del puerto y, por el lado de las vías del ferrocarril, la avenida nueva con sus miradores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario